Las competencias pueden servirnos para liberarnos de la esclavitud de currículos poco relevantes en la sociedad del conocimiento, y así introducir o priorizar aprendizajes que nos parecen imprescindibles para el desarrollo integral de la persona. Entre esos aprendizajes, están aquellos que estimulan el crecimiento espiritual de todos nuestros alumnos.
Desde la experiencia educativa y la investigación, nos atrevemos a proponer 5 indicadores o rasgos a desarrollar en nuestra tarea educativa.
Como otros antes que nosotros, nos resistimos a abandonar la apuesta por ayudar a crecer aquello más sublime en el ser humano y que, a la postre, nuestra experiencia y nuestra historia han contribuido a convertirlo en patrimonio espiritual de la humanidad (Fides et Ratio 4).
¿Qué hacer para que algunas clases tengan 'alma'?